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Regirán para curso lectivo del 2013
Jesús Mora
Relaciones interpersonales, cultura y poder, el placer como fuente de bienestar, género, identidad psicosexual, salud reproductiva, derechos humanos. Esos son los ejes temáticos en que se fundamentan los nuevos programas de educación para la afectividad y la sexualidad aprobados este lunes por el Consejo Superior de Educación.
Los nuevos contenidos entrarán en aplicación a partir del curso lectivo del 2013 y serán impartidos a todos los estudiantes de sétimo, octavo y noveno año de la secundaria en todo el país.
Según explicó el ministro de Educación Leonardo Garnier, se incorporarán como una unidad temática propia en los programas de Ciencias y se les dedicará una hora semanal a lo largo de esos tres niveles.
Además, los contenidos de estos programas coinciden con los programas vigentes de Orientación de tal suerte que el manejo de los temas de afectividad y sexualidad se realizará de forma coordinada entre los docentes de ciencias y los orientadores. De hecho, agregó, el Consejo Superior acordó que el proceso de capacitación sobre los nuevos programas que se impulsará a lo largo de todo este año incluirá tanto a los docentes de ciencias como a los orientadores.
Durante los últimos años, de manera reiterada, diversos sectores de la sociedad costarricense demandaron del Ministerio de Educación un abordaje integral del tema de la educación para la sexualidad.
Por ello, señaló Garnier, procedimos a su abordaje con la incorporación de un equipo de profesionales multidisciplinario que se abocó a la realización conversatorios con distintos grupos de la sociedad civil que trabajan en el tema a fin de identificar aquellos aspectos básicos a incluir en una propuesta de planes de estudios.
Así, el objetivo de los nuevos programas es que cada estudiante aprenda a respetarse a sí mismo, que sea capaz y esté dispuesto a respetar a las otras personas y, en particular, a aquellas con las que se relaciona afectivamente; que pueda asumir con responsabilidad esa relación consigo mismo, con su familia, amistades o pareja.
Para el jerarca, resulta esencial que cada joven disfrute del afecto, tanto de darlo como recibirlo, que desarrolle actitudes y prácticas que eviten discriminación ante las diferencias entre ellos o por género, que aprecie y practique la asertividad en la comunicación, el diálogo y la honestidad, que sepa conciliar las diferencias con sus pares y con las personas de otras edades, que pueda ser justa en relación con la participación de hombres y mujeres en la definición de sus necesidades y la toma de sus propias decisiones, que esté en capacidad de construir relaciones entre pares y de pareja en paz, disfrute y armonía.
Se trata, en síntesis, de que cada quién conozca y valore su cuerpo y sus emociones y canalice de forma positiva y con responsabilidad su energía sexual y afectiva, que esté en capacidad de elegir –tras un proceso reflexivo- lo que desea o no hacer con su cuerpo y sus emociones, en un marco de respeto hacia sí mismo y las personas con las que se relaciona. Pero también, que pueda identificar situaciones o conductas de riesgo y desarrolle actitudes y comportamientos de protección para evitarlas o enfrentarlas, incluyendo su capacidad para identificar la presión de grupo y evitar que influya sobre sus decisiones.
A continuación se resumen los valores, actitudes y prácticas centrales que guiarán el desarrollo del programa de estudios de Educación para la afectividad y la sexualidad en el Tercer Ciclo de Educación Básica.
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