¿Que son los Estudios Sociales?

¿Que son los Estudios Sociales?

Los Estudios Sociales son una asignatura que integra la Historia y la Geografía; como eje central hace posible la comprensión de los seres humanos en sociedad y de los procesos históricos, sociales, políticos, económicos y ambientales propios del medio en el que el estudiante se desenvuelve en procura del desarrollo de una visión del mundo cada vez más global, independiente y dinámica (SIMED 1996, p.11). Por ello, en el proceso de enseñanza, el docente debe tener un papel de mediador en la construcción del aprendizaje; debe propiciar experiencias significativas que le permitan al educando adquirir conocimientos, asumir valores, desarrollar habilidades y destrezas; y sobre todo, desarrollar su sentido crítico.

viernes, 29 de junio de 2012

Una realidad que no escapa de las aulas de nuestros centros educativos...para reflexionar

Sonia Ulate Fallas- Cartago, 2010
"En verdad, lo que pretenden los/as opresores/as es transformar la mentalidad de los/as oprimidos/as y no la situación que los/as oprime. A fin de lograr una mejor adaptación a la situación que, a la vez, permita una mejor forma de dominación".
Pablo Freire
Hay quienes insisten en hablar sobre violencia escolar, refiriéndose a la violencia que ejercen ciertos estudiantes contra compañeros (bulling) y profesores, sobre la inseguridad y falta de respeto a las que se ve sometido el profesorado en su trabajo diario, y lo exponen, como siempre, de una forma atomizada y descontextualizando el problema.
Ante esta forma de interpretación, nos posesionamos en el enfoque Histórico Cultural, desde donde planteamos la necesidad de que hablemos de violencia en los centros educativos y no de violencia escolar, pues, según Zerbino (2001:137) ésta “denominada “violencia escolar” no es la expresión de ninguna verdad sustancial, sino que es un síntoma”. Es decir, cuando acontece un episodio violento estamos presenciando la punta de un iceberg. Estamos de frente a escuelas violentas porque existe la violencia estructural.
Por consiguiente, es necesario salirnos de esos paradigmas personales, que solo descubren los síntomas de los problemas, debemos partir del postulado de que, no es posible explicar la violencia personal o interpersonal sin un claro entendimiento de su relación con la violencia institucional y estructural, de ahí que nos surjan los siguientes cuestionamientos:
¿Qué lugar ocupa la escuela dentro del actual contexto social, político y educativo?, ¿Por qué se elimina la posibilidad de debatir sobre la violencia en torno a todo el sistema educativo?
¿Por qué el MEP insiste en trasladar la responsabilidad a las y los estudiantes de la violencia que se está expresando dentro de los centros educativos? ¿Por qué el MEP receta la intervención policial con perros a nuestros estudiantes que están en sus aulas?
¿Por qué las y los docentes abren las puertas de sus aulas para permitir que se lleve a cabo ese tipo de intervención policial?
¿Por qué el MEP elabora y ejecuta reformas en nuestro sistema educativo a espaldas de estudiantes y educadores (pero sí las consulta previamente con empresas privadas), impidiendo cualquier tipo de debate abierto y democrático que las pueda cuestionar; impuestas, por lo tanto, de manera autoritaria?
¿Por qué  también ofrece un método de promoción que se traduce en arrastre de materias y en una medida de retención en el centro educativo, sin que medien las verdaderas condiciones de una formación integral del desarrollo humano y, en donde realmente el estudiante tenga la posibilidad de ser un sujeto activo en el proceso de su formación - aprendizaje?
¿Por qué se atiende con represión policial las protestas estudiantiles? ¿Cuánto presupuesto está invirtiendo el gobierno en esas intervenciones represivas hacia las y los estudiantes? ¿Capacitando a docentes para… facilitar la intervención represiva? ¿Y es que se puede formar en valores a partir de intervenciones punitivas, represivas, con perros en las aulas?
¿Por qué las madres y padres de familia guardan silencio ante esas acciones de represión dirigidas a sus hijas e hijos? ¿Por qué las y los estudiantes aún no se pronuncian ante la violencia que se les está imponiendo, ejercida desde esas relaciones de poder? ¿Si la defensoría de los habitantes ya tiene denuncias al respecto, porque no se ha pronunciado?
¿Qué tiene que ver la represión y los conflictos prolongados con el desarrollo de la violencia en las familias y las calles? ¿Qué legado o recuerdo se crea a la sombra de la violencia? ¿Cuáles son las consecuencias que perduran en el comportamiento de las personas dentro de culturas violentas?
¿No será que ese antagonismo complejo que enfrenta a estudiantes contra estudiantes, profesores contra profesores, estudiantes contra profesores, dirección contra personal administrativo, entre otros, es fruto de la estructura clasista de la sociedad capitalista y sus luchas están relacionadas con las de clase?
¿Podría la escuela por sí sola revertir esta situación?, ¿Las y los docentes estamos capacitados para educar en valores?, ¿Cómo contribuir, desde nuestro rol, al mejoramiento de esta problemática?
¿Por qué cuando se aborda ésta problemática no se hace referencia a los condicionantes estructurales, tales como las formas que adoptan el mercado laboral y los tiempos y lugares de trabajo en que son explotadas las familias de los estudiantes y los propios estudiantes, lo que puede ser la causa de la desatención parental; el modelo de familia y sus estructuras de poder, que generan comportamientos y visiones autoritarias de las relaciones humanas, además de servir a la reproducción del orden establecido; el progresivo desmantelamiento y desregulación de los servicios públicos, que elimina poco a poco la asistencia social que percibían individuos y familias de los sectores sociales en situación más precaria; el sistema educativo y las reformas que se ciernen actualmente sobre el mismo, que lo llevan a un modelo más desigual y elitista que el actual; las diferencias de posición económica y de estatus entre los estudiantes y entre sus respectivos entornos sociales, que hace que unos barrios, zonas o colectivos sean más conflictivos que otros; las formas actuales de socialización de los jóvenes en sus espacios y tiempos de ocio, que al ser fruto de lo anterior, se convierten en terreno abonado para expresar de forma violenta el malestar acumulado?
¿Será que estos actos de violencia política tienen como meta principal el agotamiento mental directo y causal? ¿A caso ignoramos que las culturas del miedo tienden a crear una atmósfera constante de tensión mediante la represión y el temor continuos, con el fin de obtener el control de una población determinada?
A partir de estas preguntas iniciales, queremos generar un debate que contemple el trasfondo político, económico, cultural, social, educativo y humano que está detrás de la concepción de violencia que se achaca a los estudiantes como entes aislados de su contexto sociocultural.
Además, deberíamos discutir porqué las y los estudiantes aún siguen bajo las tradicionales clases magistrales, en las que se les somete desde la infancia a una estricta sumisión a la autoridad a través del silencio y la obediencia. En donde el objetivo último de dicho proceso es el disciplinamiento de los sujetos de cara al mercado de trabajo, y la reproducción de los roles de comportamiento y de los esquemas ideológicos que legitiman el orden social.
Al respecto Osorio (2006:79-80), señala que, “lo que se expresa es producto de la irrupción de lo social “en” las escuelas”. Por consiguiente, la violencia estructural es la suma total de todos los choques incrustados en las estructuras sociales y mundiales, que hacen referencia a situaciones de explotación, discriminación y marginación.
Entonces, la violencia estructural material y simbólica es la que se manifiesta en hechos observables en las instituciones educativas. La formación social, el modo de producción del capitalismo globalizado y la sociedad nacional, establecen condiciones estructurales que facilitan u obstaculizan las necesidades y las demandas que las expresan: desigualdad, exclusión, marginación, crisis, sufrimiento, muerte, pobreza, explotación, discriminación sexual del trabajo, feminización de la pobreza, el desempleo masivo –especialmente entre las mujeres–, la imposición de la ley del salario único, la homofobia, la exclusión de las minorías.
La privación de experiencias gratificantes en la etapa constitutiva de un individuo produce malestar en la intersubjetividad y se expresa en sentimientos de desesperanza, descreimiento, malestar, hostilidad y destructividad.
Efectivamente, la demagogia barata, los análisis simples y reduccionistas, las soluciones ad hoc y los intereses políticos y económicos de instituciones públicas, empresas editoriales y medios de comunicación, es lo que genera, pese a su supuesta neutralidad, un ambiente social fuertemente ideologizado que legitima el orden socioeconómico y político, impidiendo así una reflexión crítica y una toma de posicionamiento político ante un problema que es también político.
Ante la idea impuesta arbitrariamente de que, la violencia es una expresión propia de minorías marginales como bandas juveniles (maras), grupos terroristas o psicópatas aislados; coincidimos con Jáuregui (1999: 25) quien afirma que, “la violencia es un problema social einherente a la estructura de organización de nuestras sociedades modernas”.
De igual forma, Hanna Arendt (1988) sostiene en su estudio sobre las bases teóricas de la violencia que, la violencia es la expresión más contundente del poder y que surge de la tradiciónjudeo-cristiana y de su imperativo concepto de ley. Ciertamente, la violencia se arraiga en lo más profundo y original de nuestra sociedad occidental, esto es, en los principios más antiguos que fundaron nuestro pensamiento. Si el poder en tanto que potencia se representa por su autoría, el abuso de poder se representa por su anonimato, es decir, por la falta de autor propio en nuestras sociedades modernas, llamadas democráticas, donde el poder de todos es en realidad el gobierno de nadie. (Arendt 1961).
Como educadores, no podemos seguir reproduciendo, el discurso reduccionista que señala la causalidad de la violencia “fuera” del contexto escolar al describirla como una disfunción individual del y la estudiante, como un problema de violencia familiar y como una situación natural en el trato cotidiano entre las y los jóvenes. Sin duda, la intención de esta categorización es reducir lo social a la familia, al barrio y a la naturalización de los fenómenos sociales. Además, el circunscribir la violencia a la escuela o, a lo sumo a la familia de los niños permite no cuestionar la realidad toda, o sea, la injusta estructura social.
Si el problema está afuera, no hay nada que la o el docente pueda hacer, por lo que queda inhabilitado, paralizado, “incapacitado” para abordar el problema. Entendemos que, esta explicación se puede enlazar con el malestar también individual que le genera al docente; el no poder abordar esta problemática de manera colectiva y lo instala así en un “no lugar”, produciendo inhibición, destrucción y quiebre de las identidades colectivas.
Al respecto, el autor Zervino (2004:83), nos advierte que, ciertas afirmaciones acerca de la violencia son de circulación habitual y que son tomadas como verdades confirmadas e indiscutibles: “Los chicos traen la violencia de la casa” y se pregunta ¿Dónde la traen? ¿En qué lugar la traen? ¿En el bolsillo? ¿En el pantalón?... Lo que subyace a esta hipótesis es la idea de la violencia como sustancia. Este autor plantea que, considerar que la violencia es un problema individual o familiar a ser tratado, lleva implícita la noción de la cura del violento a través de alguna clase de psicoterapia, de tratamiento farmacológico o psiquiátrico.
Y aún cuando la terapia se requiera, ésta debe ser un acto político integrado a un contexto social. Pues, consideramos que todo proceso de intervención debe de tomar en consideración la experiencia de la concientización a través del cual las/os jóvenes reconocen la necesidad de no solo cambiar sus conductas de violencia sino también, cambiar las estructuras de opresión y exclusión de nuestra sociedad.  krauskopf (2003) señala que el ser humano no es un ser natural, sino cultural, ya que cada contexto histórico-social produce discursos que modelan su subjetividad. También tiene la característica de ser social y simbólico por la posibilidad de construir su realidad atribuyéndole significados. Además, señala el carácter activo del sujeto en la determinación de su desarrollo y de los procesos sociales.
Siguiendo a la misma autora mencionada, en relación a sobrevivientes de violencia, según la investigación en servicios de rehabilitación generalmente concluye que, la gente se puede recuperar de síntomas médicos y psicológicos, pero que las repercusiones de temor, terror y tortura frecuentemente los persigue durante toda su vida. El daño es persistentemente social: las familias se disuelven, se pierden las raíces culturales, se experimenta culpa por sobrevivir, se cometen suicidios, y el reajuste hacia una vida normal es una meta ilusoria.
Tampoco podemos olvidar que, la escuela está instalada en un contexto neoliberal, sustentada en modelos pedagógicos que responde a otros contextos y a otros tiempos, en donde la evaluación es utilizada como herramienta de poder y por ende, se impone a los sujetos escolares estudiar por su naturaleza y responder a las normas y reglas rígidas de la institución (que algunos sujetos se niegan a seguir), generando con ello formas de relación discriminatorias, problemas en el proceso pedagógico, en las relaciones alumno-docente, alumno-director, alumno-alumno, que se intentan resolver con sanciones y castigos desde el paradigma normativo individualista y punitivo, que impide convertir al centro educativo en un espacio donde es posible un mayor acercamiento interpersonal de sujetos sociales mediante una relación dialogal y solidaria. Además, debemos tomar en cuenta que, en muchos casos, los problemas en nuestros jóvenes se encuentran vinculados a la insatisfacción de necesidades culturales básicas como afecto, reconocimiento, estima y pertenencia.
Así mismo, frente a la necesidad adulta de retener el poder, surgen bloqueos en la comunicación intergeneracional, los que pueden resolverse con nuevas formas de colaboración entre las generaciones. Importantes grupos de jóvenes son invisibilizados al no ser reconocidos sus códigos por los adultos ni valoradas sus expresiones. Muchos chicos llegan hoy a la escuela con todas estas carencias.
Es frente a todas estas situaciones entre otras que, las y los docentes, debemos concretizar una dirección a la formación humana que pretendemos entregar a nuestras(os) estudiantes, pensando en el dónde, en el qué, para qué y para quién, apuntando fuertemente a una dimensión valórica, preocupándonos por los derechos humanos, tendiendo a regular la convivencia social, que los conflictos y los problemas sociales se aborden de una forma dialogada, sensibilizar a todos los sectores evitando un deterioro gradual y lograr el compromiso de contribuir a revertir esta problemática que tanto nos preocupa.
Una lucha que no se debería entender únicamente como el imprescindible asalto y derribo de una serie de leyes y procesos, sino también como una lucha cotidiana por lograr la comprensión y el avance de la realidad, por democratizar los centros de estudio, por subvertirlos; una lucha por emanciparnos de  toda estructura explotadora y alienante.
Una vez reconocido el carácter institucional y estructural de la violencia, entonces y sólo hasta entonces, podemos hablar de una pedagogía de la ternura, del encuentro social, una pedagogía de la  transformación.
Dejamos nuestra reflexión hasta aquí, …para dar paso al debate, a la construcción de nuevos aportes, pero especialmente a la posibilidad de asumir una posición frente al mundo más honesta, más comprometida, más humana.
Referencia Bibliográfica
  1. ANTXUSTEGI, E. (1999). Hanna Arendt: la política y la violencia.
  2. ARENDT, H. (1988).  Sobre la Revolución. Alianza. Madrid.
  3. BARREIRO, T. (2004). “Conflictos en el aula”. Edic. Novedades Educativas. Buenos Aires.
  4. BENTHAM, J. (1979). “El Panóptico”. Ed. La Piqueta. Madrid.
  5. CHOMSKY, N. (1990). Terrorismo de Estado. Txalaparta. Navarra.
  6. COREA, C., LEWKOWICK I. (2003). Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas.Buenos Aires, Paidos.
  7. FOUCAULT, M. (1976). “Vigilar y castigar”. Capítulo 1: El cuerpo de los condenados. Ed. Siglo XXI. México.
  8. FOUCAULT, M. (1976). Las redes del poder. Conferencia pronunciada en Brasil. Publicada en la revista anarquista Barbarie, Nº 4 y 5 (1981). San Salvador de Bahía. Brasil.
  9. GARAY, L. y GEZMET, S. (2000). Violencia en las escuelas, fracaso educativo. Seminario. Córdoba.
  10. GARAY, L., Gesmet, S. (2000). “Violencia en las escuelas. Fracaso educativo. ¿De qué estamos hablando?. Publicación del Programa de Análisis institucional de la Educación. Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdoba.
  11. GIBERTI, E. FERNÁNDEZ, A. (1992). La mujer y la violencia invisible. Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
  12. JÁUREGUI, I. (1999). Violencia y sociedad.
  13. KRAUSKOPF. 2003 Participación social y desarrollo en la adolescencia, UNFPA, C.R.
  14. KRAUSKOPF, Dina (1996)«Violencia juvenil: alerta social» en Revista Parlamentaria La crisis social: desintegración familiar, valores y violencia social vol. 4 No 3, C. R.
  15. MÁRQUEZ de Alcalá, Antonio. 2008.   Otoño caliente en Italia: El movimiento estudiantil italiano contra el desmantelamiento de la educación pública
  16. MUEL, F. (1991). “Espacios de poder”. Genealogía del poder. Capítulo: La escuela obligatoria y la invención de la infancia anormal. Ed. La Piqueta. Madrid.
  17. OSORIO, F (2006). Violencia en las escuelas. Un análisis desde la subjetividad. Buenos Aires, Ed. Novedades educativas.
  18. PÉREZ, y otros. “¿De qué hablan las docentes cuando hablan de violencia?” Instituto de Formación Docente. Nº 12. Neuquén.
  19. ZERBINO, M.(2001). Los supresores de síntomas en La escuela más allá del bien y del mal- comp. Antelo E. Rosario. Ansafé.

viernes, 15 de junio de 2012

17 Junio
Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

 
El 17 de junio de 1994 se firmó la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD). 
El 19 de diciembre de ese año, la Asamblea General de la ONU proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (Resolución 49/115). Se invitó a los Estados a que dedicaran el Día Mundial a sensibilizar la opinión pública respecto de la necesidad de cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía y respecto de la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. 
La Desertificación es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas. 
La desertificación no es un problema aislado, sino que está plenamente relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales. Los vínculos entre estos aspectos y los factores socioeconómicos son cruciales, pues la problemática de la desertificación es un síntoma de ruptura del equilibrio entre el sistema de recursos naturales y el sistema socio-económico que los explota. 
Por tal motivo, la solución pasa tanto por la concientización como por dar prioridad a políticas sustentables.
En la República Argentina, las zonas áridas (tierras secas), semiáridas, y subhúmedas secas representan el 75% de la superficie total del país. De acuerdo a la clasificación agro-ecológica se pueden mencionar las siguientes regiones a nivel nacional: Región de la Puna, Región del Chaco (árido, semiárido y subhúmedo), Región de los Valles Áridos, Región Centro Oeste y Región Patagónica, todas con importantes avances del proceso de desertificación. 
Argentina suscribió en 1994 la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, ratificada en 1996 por el Congreso de la Nación, mediante el dictado de la Ley 24.701. La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), perteneciente al Ministerio de Salud y Ambiente es la autoridad de aplicación en materia ambiental de dicha Ley y consecuentemente es el Órgano de Coordinación Nacional (OCN) a través de la Dirección de Conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación
Esta Convención constituye un valor fundamental en la lucha contra la pobreza, pues se centra en zonas de extremas necesidades e inestabilidad social, siendo un instrumento para el desarrollo sostenible y protección del medio ambiente. 
Como un eslabón fundamental en el diseño de una Estrategia de Desarrollo Sustentable y en cumplimiento del compromiso asumido para la puesta en práctica de la Agenda 21, se inserta el Programa de Acción Nacional (PAN) de Lucha contra la Desertificación. El mismo se inició con una discusión amplia con las instituciones y organismos públicos nacionales, provinciales, municipales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y asociaciones de productores relacionadas con la problemática, identificando estrategias para un futuro accionar. 
La elaboración del diagnóstico del PAN, culminó en 1997, con el Documento Base del mismo, que se constituyó en marco para las actividades nacionales y locales de lucha contra la desertificación. El PAN es un proceso participativo abierto y en funcionamiento. 
Áreas del Programa de Acción Nacional 
• Programas de Acción Provinciales, Interprovinciales y Regionales 
• Red Nacional de información Lucha contra la Desertificación 
• Sistema de Monitoreo y Evaluación Nacional de la Desertificación 
• Sensibilización Pública, Educación y Capacitación 
• Fortalecimiento del Marco Institucional y Jurídico 
• Fortalecimiento del Marco Económico Financiero 
• Inserción del Programa Nacional en el orden Regional e Internacional 
Argentina tiene la ventaja de poseer un potencial muy importante de Instituciones involucradas o que potencialmente pueden involucrarse en la lucha contra la desertificación que cubre toda el área geográfica con esta problemática. 
Debe destacarse la participación de los representantes del sector técnico científico, con el aporte de proyectos de investigación y extensión, dando cumplimiento al mandato del Comité de Ciencia y Tecnología (CST) de la Convención. Se destaca también la participación de Organizaciones no Gubernamentales, Asociación de Productores, comunidades indígenas y otros actores sociales. Entre las actividades con ONG’s, se encuentra la conformación de la Red local e Internacional de ONG’s en Desertificación (RIOD), cuyo objetivo es el intercambio de información y experiencia.
En el marco del Convenio entre SAyDS, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ), se desarrolla el Programa de Apoyo al PAN (APAN). Últimamente se ha renovado dicho convenio mediante la firma del Acuerdo con GTZ para la última etapa de dicho proyecto, el que invertirá 1,5 millón y medio de dólares durante 3 años en la Argentina. 
El PAN ha fomentado el desarrollo de actividades a través del Proyecto de Prevención y Control de la Desertificación en Patagonia (PRODESAR, 1989-2001), que se desarrolló en el INTA, con Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) y Minifundistas, a nivel de sistemas reales de producción. 
En el contexto del PAN se están realizando gestiones a fin de implementar el "Fondo Rotativo para la promoción de Micro emprendimientos como base del desarrollo local". El mismo se constituye a partir de aportes nacionales, provinciales y de la cooperación bilateral y multilateral. 
Nuestro país, participa del Programa de Acción Subregional de Desarrollo Sostenible de la Puna Americana que involucra a los siguientes países: Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Ecuador. 
Por otra parte, tiene a cargo la coordinación del: 
Programa de Acción Subregional de Desarrollo Sostenible del Gran Chaco Americano (PAS). En este programa participan los países vecinos de Paraguay y Bolivia e involucra prácticamente a todas las provincias del Norte Argentino. Ante la necesidad de revertir la pobreza, preservar el ecosistema y detener la grave degradación de los recursos naturales, las Repúblicas de Argentina, Bolivia y Paraguay consideran al Gran Chaco Americano como una unidad para la promoción del Desarrollo Sostenible y manifiestan la necesidad de trabajar en forma conjunta en el marco de la Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación, de Conservación de la Biodiversidad y Cambio Climático. 
El Programa de Acción Subregional de Desarrollo Sostenible del Gran Chaco Americano cuenta con el apoyo del Mecanismo Mundial (GM) para el desarrollo de un Proyecto a ser presentado al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), lo que permitiría contar en un futuro próximo con amplia cooperación económica internacional para esta Subregión de América Latina. 
El Proyecto se propone cumplir con los siguientes objetivos: 
·         Promover el planeamiento estratégico para la gestión integrada de los ecosistemas
·         Favorecer el desarrollo de las comunidades locales como base para la reducción de la pobreza y el uso sustentable de los recursos naturales
·         El Desarrollo de modelos sostenibles en ecosistemas frágiles
·         La Creación de Reservas de la Biosfera y Corredores Biológicos
·         Promover la protección de los ecosistemas compartidos del Gran Chaco
·         El fortalecimiento de las Áreas Silvestres Protegidas.
16 de junio Día del Orientador:
Un abrazo fraterno a nuestros colegas, que con su labor tanto en primaria como en secundaria, luchan día con día por la calidad en la educación.
Mis respetuosos saludos a los compañeros asesores: Sonia Vargas, Marielos Estrada, Juan Carvaja y Gioconda Mora, así como a todos los asesores regionales del país, para ellos por su esfuerzo y por su labor titánica.


¿Qué es un Orientador? ¿Qué es una Orientadora?

Desde el punto de vista etimológico, la palabra orientador, ya nos posibilita una percepción determinada, y nos obliga a realizar una distinción.
Orientador viene de oriente. Oriente es el lugar donde el sol brilla al amanecer.
El amanecer es un principio.
Oriente viene de OR. Or es luz.
El sol es el astro rey...
Hoy en los albores del siglo XXI, todos sabemos que no es el sol el que sale por la mañana, sino la tierra, y todos los planetas que integran el sistema solar, los que giran alrededor del sol, y el día y la noche son el resultado del movimiento de rotación de cada planeta, sobre un eje imaginario.
Pero hay una convención por la cual todos aceptamos el sol sale por oriente, y se pone por el occidente.
Entonces, el origen de la palabra oriente está aquí.
Según la Real Academia Española, oriente significa:
- Nacimiento de una cosa
- Punto cardinal del horizonte donde aparece el sol.
Y orientar es:
- Informar a alguien sobre algo.
- Dirigir una persona, cosa o acción hacia un fin determinado.
- Colocar una cosa en posición determinada respecto a los puntos cardinales
Un orientador u orientadora es una persona que sabe lo que duele vivir, pero que no tiene miedo a vivir…
Un orientador u orientadora es un ser que quiere a otro ser sin restricciones
Un orientador u orientadora es un alma que se conecta con otra alma
Un orientador u orientadora es un adulto con alma de niño
Un orientador u orientadora es quien nunca niega una sonrisa
Un orientador u orientadora es… un ser humano que busca hacerse más humano entre los humanos…
15 de junio, día de la Guaria Morada


La Guarianthe (antes Cattleya) skinneri es la orquidea más cultivada en Costa Rica. El nombre le fue dado en Inglaterra, por el botánico James Bateman para honrar a su descubridor, el señor George Ure Skinner, quien era un comerciante inglés radicado en Guatemala, que enviaba plantas de Centroámerica y del Sur de México a Europa.
Sin embargo, fue en Guatemala el primer sitio donde Skinner la descubrió. A pesar de estar distribuida en toda América Central y hasta en Colombia y Venezuela inclusive, es en Guatemala y en Costa Rica donde más abunda, se le aprecia y cultiva mayormente. En Guatemala, se le conoce popularmente con el nombre de flor de Candelaria o Flor de San Sebastian, ya que el inicio de su floración coincide con esas dos festividades religiosas, y es utilizada como adorno para las Iglesias y procesiones.
La raíz GUA no es europea, ni asiática, ni africana, es un apellido de limpia extracción americana, que corre en la savia de la selva andina, en muchas lenguas autóctonas. La raíz GUAITIL significa árbol y quedó transformada en el radical GUA; y que está relacionada con las características de las orquideas de crecer sobre árboles, o sea como epífitas.
FLORACION
La abundante floración se extiende entre febrero y marzo. Se le llama "morada" en referencia con el color púrpura rojizo de sus flores, semejante al de las moras, pequeñas bayas de las plantas espinosas del género Rubus.
Su floración en esta época, el color de sus flores y el aprecio que le tiene el pueblo, hace que la utilizen para el ornato de altares durante la cuaresma para el "Huerto" y el Santo Sepulcro en la Semana Mayor.
Existe gran variedad en la coloración de las flores, desde las moradas, hasta las albas, las albas oculatas (blancas con una mancha morada en la garganta del labio) y las rosadas.
DISTRIBUCION
Habita en la zona pacífica del país, y en las zonas premontañosas de 500 hasta 1000 metros. Es epífita de ciertos árboles de tierra templada. Su distribución ecológica es la siguiente: Bosque Húmedo Premontano, Bosque muy Húmedo Premontano, Bosque muy Húmedo Montano, Bosque muy Húmedo Tropical, Bosque Pluvial Montano Bajo, Bosque Húmedo Tropical, y Bosque muy Húmedo Tropical Transición a Premontano.
Tradicionalmente, los abuelos cultivaban la "Guaria Morada" en los muros de los patios internos y los techos de muchas casas antiguas, en los jardines o en los solares de sus casas, pero era clásico verlas en la parte externa, en las tapias de adobe o bahareque, sobre tejas de barro, como bien dice la canción de Anibal Reni y los Talolingas.
Este tipo de cultivo era muy común en las ciudades tradicionales como: Cartago, Escazú, Santo Domingo de Heredia o Barva, pero los movimientos telúricos, como el de 1810 y los "renovadores" movimientos arquitectónicos, acabaron con esta agradable costumbre. También, era posible apreciarlas en los árboles de los parques o en los cañones de los ríos Virilla, Grande o Tárcoles.
La sobreexplotación con ánimo de lucro por parte de los "materos" inescrupulosos, hizo que desaparecieran de estos sitios. En su hábitat natural, solo pueden verse actualmente en fincas privadas en Acosta, Miramar, Miravalles o Nicoya.
Además algunos jardines de Palmares como la Cocaleca, o de Naranjo, por la cantidad de plantas que tienen, constituyen una especie de santuario conservacionista para la más apreciada guaria.
NUESTRA FLOR NACIONAL
No es de sorprenderse, entonces, que la GUARIA MORADA fuera escogida como flor nacional, ya que, hasta los indios precolombinos y los primeros colonizadores las apreciaban, las mujeres de los indígenas gustaban adornarse la cabeza, con sus grandes flores moradas.
Así cuando en 1937 se realizó una votación para elegir una flor a nadie le extrañó que fuera la escogida. En esta votación participaron no solo profesionales y horticultores, sino también estudiantes de segunda enseñanza y de nivel universitario.
Por esta razón, bajo la presidencia de don León Cortés Castro, fue decretada el 15 de Junio de 1939 como flor nacional, posteriormente, mediante el acuerdo ejecutivo No. 24 de novienbre de 1972, siendo presidente don José Figueres Ferrer, se emitió un decreto, según el cual, "se establece la segunda semana del mes de marzo como semana de la Orquídea Costarricense", por ser la época en que la Guaria Morada está en el apogeo de su floración; además, encarga a la Asociación Costarricense de Orquideología a organizar y celebrar la actividad, lo que cumple al realizar la Exposición Nacional durante el mes de marzo.
La Guaria Morada es también la Flor Nacional de Costa Rica, porque es la mística flor de la fe, que se heredó de los mayores. Es la flor predilecta de la cuaresma, la flor heráldica de la semana santa; no solo está intimamente ligada a las tradiciones del país, sino que es uno de los símbolos nacionales. Por ello debe estimarse y protegerse, para que las futuras generaciones puedan también disfrutar de la espectacular belleza de sus flores.

Música y Sonidos: Letras
Sobre la tapia entejada
sus pétalos suaves agita
la linda GUARIA MORADA
flor de esta tierra bendita.

Se encuentra como un lucero
colgadita en la enremada
cuando en lo oscuro el jilguero
va enredando su tonada.

Por la orilla de los ríos
adornando las quebradas
donde los montes son fríos
y están las aguas heladas.

Florecita lindo paje,
florecita nazarena
el luto de tu ropaje,
es el mismo de mi pena.

El jazmín siempre blanquea
y sangran las amapolas,
sólo en Febrero tumbea
el amor de tus corolas.

Florecita veranera
de la pampa y de la loma,
como tú soy primavera,
como tú no tengo aroma.

Sobre la tapia entejada,
en la roca y el raudal
luce la GUARIA MORADA,
la linda flor nacional.

Ella es emblema y es gala
que embellece y glorifica,
como un celaje hecho ala
que protege a Costa Rica.