Sobre las drogas se puede decir mucho pero hoy sólo te vamos a describir 5 GRANDES mentiras sobre estas. Que no te engañen.
Las drogas te ayudan a superar estados de ánimo negativos
Las drogas no van a solucionar estados de ánimo como la tristeza, el aburrimiento o la apatía, es más, a la larga los empeoran, los hacen más intensos. Si la droga cumple una función de automedicación, es preferible acudir a un profesional, para recibir ayuda.
En esta vida hay que estar alegre todo el tiempo
Cuando aparece una pequeña frustración en nuestra vida, no lo aceptamos como algo normal, por el contrario, se pretende anular dicha sensación con el uso de la droga, con el agravante de que ninguna droga es capaz de producir un estado de alegría permanente. Además, la tristeza y la frustración deberían aceptarse como parte de la vida.
Consumir drogas me hace interesante, rebelde, mayor... a los ojos del sexo opuesto
Las personas ven más atractivo, el que una persona demuestre su propio criterio (fuerza de carácter), no dejándose llevar por la presión de grupo o la “moda” de consumir determinada droga. Muchos fumadores/as de tabaco empezaron porque creían que iban a resultar más atractivos, más adultos, con más estilo... Sin embargo, hoy en día, los fumadores están siendo cada vez más rechazados en la sociedad.
Así mismo, lo que a una edad más temprana puede percibirse como un acto de rebeldía, puede llegar a verse como un acto de inmadurez a una edad más avanzada.
Recuperarse consiste en desintoxicarse y lograr la abstinencia
La desintoxicación y la abstinencia son pasos necesarios dentro del proceso de la adicción, pero no garantizan la recuperación. Ya que la misma supone además otros aspectos psicosociales como el desarrollo de habilidades para la vida y la reinserción social. El adicto tiene que reconocer su problema, admitirlo y actuar en consecuencia. La familia, pareja, amigos pueden ayudar, pero la motivación para el cambio la tiene que tener él o ella.
Las recaídas son un fracaso total
Las recaídas forman parte del largo proceso que supone romper con una adicción. Se debe utilizar como un elemento de aprendizaje para analizar qué factores la provocaron y darse a la tarea de desarrollar habilidades para la prevención de recaídas.
Uno elige ser adicto
Uno elige, más bien, probarlo, experimentar con esta droga o aquella, saciar su curiosidad. Lo que sucede es que mientras uno va justificando su comportamiento con frases tipo "sólo son algunos fines de semana y es muy poca cantidad", "la marihuana es buena, porque se la recetan a pacientes con cáncer", "todo el mundo lo hace", "soy joven y es mi etapa para hacer locuras", etc., el tiempo va pasando, el consumo ha aumentado, las excusas van siendo más difíciles de creer y, sobre todo, de dar, uno ya sólo se relaciona con gente que consume, ahora en vez de gustarle, lo necesita y su pensamiento, ilusión y comportamiento están empezando a girar sobre lo mismo...y la persona se ha convertido en un adicto/a, aunque, en su día, sólo eligió probarlo.