Miércoles, 23 de Mayo de 2012 00:00
La situación actual de la artesanía y de los artesanos, las perspectivas y necesidades de este sector productivo en el cantón de San Ramón de Alajuela se conocerán mediante una investigación realizada por la Licda. Ligia Sancho Víquez, profesora de la Sección de Artes Plásticas de la Sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Según lo explicó Sancho, el objetivo de este estudio era hacer un levantamiento de datos que permitiera conocer la cantidad de artesanos y artesanas que hay en el cantón, qué tipo de trabajo hace cada uno de ellos y dónde venden su artesanía.
Por la naturaleza de la investigación, Sancho realizó trabajo de campo, en el que incluyó visitas a puntos clave para localizar a la mayor parte de las personas dedicadas a este oficio, entrevistas a la población meta del estudio, documentar con fotografías para crear un registro de la actividad artesanal y la interpretación de los resultados.
La investigación brindó además información relevante acerca de la realidad del sector artesanal de San Ramón, en relación con su situación actual, las perspectivas y necesidades futuras.
La población estudiada fueron 37 personas que se dedican a producir diferentes tipos de artesanía, lo que a criterio de Sancho constituye alrededor del 90% de los artesanos y artesanas ramonenses.
CATEGORÍAS Y MATERIALES
La investigadora efectuó una categorización de la artesanía con base en la producción que se genera en el cantón alajuelense. De esta forma, sobresale la artesanía utilitaria, la artesanía ornamental y la artesanía artística, así como la neoartesanía, que según la investigadora, “se caracteriza por contener valores estéticos más estudiados y mayor pureza en los acabados, y por dirigirse a un consumidor con gustos más exclusivos”.
Además, encontró artesanía propia de la zona y del país, como la que utiliza la madera como materia prima, la talla, la juguetería y la madera armada para hacer miniaturas como carretas pintadas, yuntas de bueyes y pilones.
“El denominador común es la madera, incluyendo las cáscaras de coco u otro tipo de materiales que se trabajan como madera”, indicó Sancho. Del total de los artesanos estudiados, 14 hacen artesanías con este material.
La joyería ocupa el segundo lugar con siete personas dedicadas a hacer bisutería, en la que emplean diferentes materiales como piedras semipreciosas y alambre, entre otros.
Cuatro de las personas artesanas se dedican a la pintura: óleo, acrílica y sobre papel hecho a mano y el mismo número trabaja con textiles.
La tradición familiar también está presente en tres artesanos de una misma familia que utilizan el cacho de vaca para hacer objetos variados, como botellas, adornos, figuras, puños de cuchillos y bastones.
Los artesanos restantes se dedican a trabajar con diferentes materiales y métodos como talabartería, producción de candelas, vidrio tallado y hierro forjado, entre otros.
SUPERVIVENCIA Y COMPETENCIA
Durante su investigación, la profesora Sancho analizó la situación de los artesanos en relación con el entorno productivo y comercial de sus productos.
Según expresó, los artesanos no se dedican exclusivamente a este oficio como trabajo formal y permanente, sino que lo hacen motivados por otras razones. Mencionó el caso de las mujeres artesanas, muchas de ellas jefas de hogar que utilizan la artesanía como un medio para mejorar los ingresos. “En la mayoría de los casos, la artesanía es una alternativa. De todas las personas que entrevisté, hay dos o tres que tienen instalada una línea de producción artesanal y que viven de esta actividad”, detalló Sancho.
Dijo que el sector afronta varios problemas de supervivencia, como la falta de organización, a pesar de que se han hecho varios intentos por organizarse; el mercado reducido al que se dirigen y el poco apoyo del gobierno local, ya que la municipalidad les cobra sumas muy altas por ocupar espacios en el parque para vender sus trabajos.
Con este panorama, la investigadora ve muy complicada la creación de un mercado artesanal, pues según su percepción, “habría algunas actividades artesanales que con apoyo podrían destacar y sobrevivir, porque la competencia es muy fuerte y la cobija muy pequeña para tanta gente”.
En su criterio, el artesano está bajo una disyuntiva: “sigue haciendo lo que siempre ha hecho con la misma calidad y cobrando precios más altos o abarata el producto para que se venda más”. Sin embargo, ambas cosas lo afectan, puntualizó.
Mantenerse firme y digno cuesta mucho. “Este es uno de los momentos en los que para el artista o el artesano es muy difícil mantener su dignidad y su integridad”, opinó, porque la avalancha de lo corriente y lo común es muy fuerte.
LA UNIVERSIDAD: UNA OPORTUNIDAD
Aún así, la investigación ha permitido apoyar de distintas formas a los artesanos ramonenses y se pretende crear un proyecto de acción social que pueda ofrecer asesoría al sector.
Como parte de algunas acciones la investigadora impulsó y asesoró la producción del Calendario de la Coordinación de Acción Social de la Sede de Occidente del año 2010, que fue dedicado a esta población y en el cual se divulgó parte de sus productos. Además, se han organizado dos exposiciones, una en el vestíbulo de la Coordinación de Acción Social y otra en el Museo Regional de San Ramón.
Para la especialista en cerámica, las exposiciones son muy significativas para los artesanos, ya que no es lo mismo ver su producto en los espacios que ellos utilizan para la venta, que verlo en una vitrina de un museo. “El objeto adquiere otro significado (resemantiza) cuando se saca de lo cotidiano”, aseguró.
Como producto final de esta investigación, se llevó a cabo un catálogo o fichero que contiene información de cada uno de los artesanos y de sus productos, y fotografías, el cual se encuentra en formato digital e impreso.
Este proyecto es parte de una serie de investigaciones que impulsa la Sección de Artes Plásticas con el objetivo de contar con un diagnóstico de la artesanía de la zona de Occidente.
Actualmente, la profesora Peggy Taylor Filloy está realizando una investigación con las mismas características en el cantón de Grecia y posteriormente se continuará con otros cantones de la región de occidente.
Sancho explicó que el propósito final es crear un proyecto que ofrezca algunas soluciones a las necesidades identificadas en la zona, como capacitación para el manejo de materiales y de acabados, uso de herramientas y apoyo a iniciativas de exposición y ferias artesanales.
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