Seguridad ciudadana, manual de puestos y presupuesto 

Escrito por Mainor Fdo. Anchía Angulo Directivo Nacional de ANEP*

Viernes 08 de Junio de 2012 00:00

En los últimos días participamos como representante sindical en la reanudación de negociaciones sobre mejoras salariales en las Fuerzas de Policía, si bien el tema central son los salarios y entrada en vigencia de los manuales de clases y puestos dentro de las policías, lo cierto es que desde mi perspectiva la situación debe considerarse de interés nacional, de interés general por el aumento en los casos de corrupción, por la constante entrada y salida de drogas por territorio nacional, cada vez que se da el decomiso de drogas en pequeñas, medianas o grandes cantidades, (casi siempre cantada, mediante llamada anónima) esto significa que nuestro territorio es utilizado como almacenaje y tránsito de drogas. Es de sobra sabido que estas organizaciones manejan importantes sumas de dinero, que les facilita “convencer” conciencias obteniendo favores, (fuga de información). No en vano se registran casos variados de funcionarios públicos de diferentes instituciones, vinculados con estas organizaciones. La corrupción se infiltró en las fuerzas de policía. Sobre el Manual de Puestos, nuestra teoría es que no está mal el que los mandos medios y altos ganen su buen salario, lo malo y censurable es que la base, la tropa, que representa la mayoría del personal gane muchísimo menos, pero además este sector es el que constantemente es denunciado por razón de sus funciones legales, amenazado, por propios y extraños, sin que se tenga el favor de apoyo de la institución, si bien no necesariamente lo que una persona gane determina su grado de honestidad, evidentemente esta condición de vulnerabilidad y desigualdad es aprovechada por el crimen organizado, según lo demuestran los casos de miembros de las policías vinculados a estas organizaciones. Máxime con el grado de malestar que vienen ignorando y desconociendo por malas prácticas, en contra de la sana competencia y posibilidades de crecimiento, los favorecimientos e intromisiones, así como posibles tráficos de influencias en nombramientos que son de conocimiento de la tropa. Existe presión de personal altamente endeudado, “perseguido” por los que ganan bien, no necesariamente por corrupción, lo cual no es de interés nuestro defender, sino algunas situaciones originadas en abusos del mando, como aquel que nos persiguió, olvidando que obtuvo su plaza por la “suerte” de ser “recomendado” por una amiga, pero que además no ha hecho nada, aunque supere nuestra gestión. La verdad sea dicha. Estructura organizacional y administración de recurso humano Resulta increíble e inconcebible que la institución de Seguridad Pública del país, no cuente con una estructura organizacional de funciones y cargos. ¿A qué me refiero? Actualmente existe una diversidad de plazas, popularmente llamada “arroz con mango”, en las que no se promueve la competencia sana, ni se premia a quien marque la diferencia, por esto necesitamos la existencia de un manual de puestos, que permita los concursos por atestados, con los que se valore la eficiencia, la eficacia, la idoneidad y la carrera policial, entre otras cosas, por eso es necesaria la independencia de criterios, que eliminen los favorecimientos que impiden en algunos casos, tener a los mejores en funciones claves al servicio de la ciudadanía. Por eso nos parece necesario señalar que la seguridad de hoy no puede manejarse como se hizo hace veinte o treinta años. En aquellos tiempos la criminalidad ni por asomo se parece a la de hoy, igual, respetuosamente apuntamos el que algunas personas se han perpetuado en sus puestos, ejerciendo el poder, copándolo y potenciando su abuso, poder que mal administrado crea afectación a la clase de menor ingreso, empodera actuaciones arbitrarias, procesos abusivos y “recomendaciones” violatorias al Estado de Derecho. Nosotros creemos en el equilibrio y la inteligencia emocional, por eso defendemos las causas justas y nobles. Sobre la posibilidad de reducir el presupuesto de Seguridad, resulta inconcebible el que otros países faciliten vehículos, y no se tenga siquiera como brindarles mantenimiento adecuado, resulta penoso como lo reconoció el mismo señor Ministro, que la mayor parte de la flotilla proviene de donaciones. Seguimos la convergencia y la diversidad de pensamientos, elementos propios de una sociedad democrática y pacifista como la nuestra, al punto que la ley, nos señala como funcionarios públicos, simples depositarios de la ley, en fin la ciudadanía honesta de este País, debe conocer que existen una serie de situaciones que deben modificarse, que el y la oficial de Policía necesitan de mejores condiciones salariales, estructurales, que redunden en mejora de la atención de los ciudadanos, que generen inclusive el respeto que hoy en día no recibe la función Policial, en la cual se requiere de valor, pero más inteligencia que valor, no es lo mismo “ser buen policía que ser un policía bueno”. --------- *ANEP: Asociación Nacional de Empleados Publicos y Privados