Luego de haber estallado la alarma sobre la trocha fronteriza, Ruta 1856, por la presencia de serios problemas desarrollados por la falta de planificación, el representante del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales, LANAMME, Guillermo Loría, se reunió ayer con el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, y el ministro de Transportes, Luis Llach a fin de ejecutar acciones que permitan subsanar errores y salvar las zonas más afectadas, derivadas de dicha construcción. ¿Primer paso?Atajar el drenaje.
Tanto el Ejecutivo como la entidad empresarial fueron coincidentes en la necesidad de intervención de los drenajes en aras de mitigar el daño que podría causarse en varios tramos de la ruta fronteriza. Para ello considerarían el cambio del uso del lastre en los espacios afectados por otros materiales de mayor aceptación.
Además se barajó la posibilidad de incluir mejoras a lo interno de la institución del Conavi, Consejo Nacional de Vialidad. Si bien, Llach dejó patente que las obligaciones de la misma se refieren a la administración y el manejo del proyecto como tal, anunció que “se está preparando un grupo que administre de manera más ordenada y con mejores sistemas de control el proceso constructivo de las etapas que siguen”.
Por su parte, Chacón tildó 'positivos' los resultados obtenidos de tal encuentro por encontrar que ambas instancias llegaron a la conclusión de que la trocha es un proyecto viable y prioritario para el Gobierno y el país, en especial para los pobladores de la zona norte.
“Este proyecto es más que una simple trocha ya que se trata de un plan de desarrollo para la zona norte en donde vamos a terminar de integrar a los pobladores al resto de la economía del país con el propósito de que formen parte de las ventajas que tiene Costa Rica”, concluyó.
DE LA MANO
Todo vale en defensa de la soberanía nacional. El Ejecutivo parece estar dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias a fin de que la construcción de dicha obra de relevancia para el país siga el curso estimado. Para ello dispondrá de varios aliados.
Según declaró Llach, se pretende continuar con el apoyo de varias instancias a fin de que la obra llegue a buen puerto. “Estamos hablando de incorporar en el proceso de análisis de las estrategias industriales del trabajo a otros actores como el Lanamme y el Colegio de Ingenieros. La tarea de conducir y llevar a cabo el proyecto es del Conavi y en última instancia al MOPT”, acotó.
Chacón se mostró optimista y afirmó que con la ayuda de tales instituciones en unos meses dotarán a Costa Rica de la obra que merece.
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