La nueva ley acaba con el negocio millonario de las patentes en manos privadas, que en la práctica constituiían un impuesto a favor de los especuladores.
La nueva ley sustituye el actual sistema de patentes de licores, que se había convertido en un monopolio privado altamente especulativo, en un régimen de licencias intransferibles que serán administradas por las corporaciones municipales.
“La aprobación de esta ley permitirá un mayor control y fiscalización de las licencias, normalizando a través de un modelo de clasificación las actividades, distancias, zonas y horarios permitidos. Al mismo tiempo que elimina la especulación privada de estos derechos y establece un canon proporcionado y justo para las municipalidades”, afirmó Rolando Rodríguez, Presidente de la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL).
Asimismo, la normativa crea un esquema de prohibiciones, procedimientos y sanciones, con el objetivo de regular la venta de licor, concediendo a las municipalidades un rol de ente fiscalizador.
Al mismo tiempo, se cambia el actual impuesto de patentes cuyo monto resultaba risible por un canon “proporcionado y justo”, con base en un reglamento establecido por cada municipalidad, explicó Rodríguez.
“La Unión Nacional de Gobiernos Locales aplaude esta nueva ley, con la cual no solo se moderniza el marco regulatorio de esta actividad tan sensible, sino que se fortalece a las municipalidades como gobiernos locales tanto en aspectos de ordenamiento como de control”, concluyó el funcionario.
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