¿Que son los Estudios Sociales?

¿Que son los Estudios Sociales?

Los Estudios Sociales son una asignatura que integra la Historia y la Geografía; como eje central hace posible la comprensión de los seres humanos en sociedad y de los procesos históricos, sociales, políticos, económicos y ambientales propios del medio en el que el estudiante se desenvuelve en procura del desarrollo de una visión del mundo cada vez más global, independiente y dinámica (SIMED 1996, p.11). Por ello, en el proceso de enseñanza, el docente debe tener un papel de mediador en la construcción del aprendizaje; debe propiciar experiencias significativas que le permitan al educando adquirir conocimientos, asumir valores, desarrollar habilidades y destrezas; y sobre todo, desarrollar su sentido crítico.

martes, 15 de mayo de 2012

Más del 50% del territorio nacional es área forestal

¿Se nos acaba el espacio para tener más árboles en Costa Rica?

  • Crecimiento de las urbes y actividades económicas imponen límite

  • Expandir protección en riberas de ríos y humedales sería la clave

Alejandra Vargas M.alevargas@nacion.com 12:00 a.m.15/05/2012
Actualmente, el 52,38% del territorio costarricense está cubierto por bosques, porcentaje muy alto que coloca al país entre los pocos del mundo que han logrado revertir su tasa de deforestación, destaca el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo).
Sin embargo, ahora Costa Rica afronta un nuevo desafío: encontrar nuevos espacios para hacer crecer bosques (o regenerar los que hay), a pesar del crecimiento de su población y de las actividades económicas que reclaman ese mismo territorio para florecer.
Entre el 2005 y el 2010, el país solo logró ganar un 0,94% más de verdor. ¿Por qué? ¿Se nos está acabando, acaso, el espacio para tener o sembrar más árboles?
En el marco de la nueva serie de pósteres coleccionables sobre los bosques del país “Costa Rica al Natural”, La Nación consultó a varios expertos sobre este tema, quienes aseguran que aumentar la cobertura forestal es un reto difícil, pero no imposible.
“Sí es posible aumentar un poco más la cobertura boscosa, sin afectar el desarrollo de otros sectores”, dijo Carlos Herrera, director ejecutivo de Fundecor. Pero, “lo más importante no es crecer, sino que los bosques ubicados en parques nacionales se protejan conforme a lo que dispone la Ley, y que en los bosques de propiedad privada se les permita a sus dueños realizar actividades para obtener ingresos”, agregó.
Piensa igual Adolfo Lemus, gerente regional para Mesoamérica del programa forestal de Rainforest Alliance. Según el experto, “el mayor desafío es hacer un uso responsable de los recursos forestales ya existentes, sin propiciar un cambio de uso del suelo”, así como erradicar la visión de corto plazo, que hace que se apueste por actividades que den las mayores ganancias en el menor tiempo.
El bosque sí puede crecer, asegura Bernardo Aguilar, director de la Fundación Neotrópica. Hacer cumplir mejor la ley que protege las riberas de los ríos y expandir la protección de humedales son algunas de sus propuestas. “No toda la cobertura forestal del país está recibiendo pago por servicios ambientales. Hay capacidad de expandir las áreas de bosque en humedales en el golfo de Nicoya, el golfo Dulce y en Térraba-Sierpe, también por Golfito, al lado oeste de Parrita e isla Damas”, señaló.
Ciertamente, para Jorge Rodríguez, de Fonafifo, los servicios ambientales sí son una opción que el país trabaja pues el incremento de estos incentivos sería clave para el crecimiento y mantenimiento de más bosques.
René Castro, ministro de Ambiente, coincide: “Para mí, el reto principal es la sostenibilidad financiera (para mantener estas áreas). Pienso que estamos cerca de un equilibrio estable de la cobertura forestal”.
“Mantener y ampliar la cobertura forestal del país es la única forma de sobrevivir al caótico sistema urbano. Si no fuera por el Braulio Carrillo, el Barva, el Poás, el Irazú, La Carpintera y los cerros de Escazú , la GAM no tendría aire limpio que respirar. No es un lujo, es una necesidad”, concluyó Aguilar.
En los años 50, el 75% del territorio costarricense era bosque, pero la expansión agrícola y agropecuaria provocó la tala indiscriminada, y para mediados de los años 70 esta era apenas del 30%.
En los años 80, una serie de políticas públicas reversaron las altas tasas de deforestación y ya entre el 2005 y 2010 la cobertura boscosa del país incluso creció un 0,94%.

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