Vanessa Loaiza N.vloaiza@nacion.com 12:00 a.m.01/01/1900
San José (Redacción). Carlos Roverssi, canciller en ejercicio, negó categóricamente que la trocha fronteriza 1856 sea un “desastre ambiental e ingenieril”.
En una conferencia de prensa en Casa Presidencial, esta mañana, el ministro en ejercicio negó que haya sedimentación excesiva que provoque daño ambiental en el río San Juan.
Además, dijo que hablar de que la obra carece de planos y de planes de estudio ambiental constituyen una campaña de desprestigio del proyecto.
Concluyó diciendo que no hay pruebas que justifiquen daños irreversibles y que la obra continuará con planes de mitigación.
En la conferencia también participan los ministros de Seguridad, Mario Zamora; Comunicación, Francisco Chacón; Transportes, Luis Llach y Ambiente, René Castro.
Francisco Chacón, por ejemplo, dijo que se trata de una obra humana, sujeta a errores y que no descartaría que a nivel de ingeniería se requieran algunas correcciones.
“Por supuesto que hay problemas, pero en algunas informaciones se ha sobredimensionado”, agregó Chacón.
Eso sí, reiteró que el decreto de emergencia justifica la construcción de la trocha sin requisitos como el estudio de impacto ambiental o los planos.
Por su parte, Luis Llach sostuvo que algunas entidades externas como el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos pudieron haber divulgado cifras sobre el costo de las obras que parecerían abultados, porque no contemplan el costo de los casi 400 kilómetros adicionales de rutas de acceso.
Por último, René Castro, declaró que el proyecto seguirá bajo supervisión del Ministerio del Ambiente para reforestar aquellas zonas que ameriten.
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