Pobreza en 11 cantones impide a jóvenes ir a la Universidad
- Muchachos optan por trabajar en actividades agrícolas o en comercios
- Guatuso, León Cortés y Matina son los que tienen menos graduados de la ‘U’
Jairo Villegas S.jvillegas@nacion.com 12:00 a.m.07/05/2012
La pobreza en la que viven los jóvenes de 11 cantones impide que asistan a una universidad.
Por ello, los muchachos se gradúan del colegio y de inmediato buscan un empleo para ayudar a sus familias, con el agravante de que sus ingresos no mejorarán si no reciben el título que los acredite como profesionales.
Una investigación del Observatorio Laboral de Profesiones, del Consejo Nacional de Rectores (Conare), arrojó evidencias sobre los cantones que tuvieron más y menos graduados universitarios entre el 2000 y el 2007.
Los datos son comparables porque se definieron con tasas por cada 1.000 habitantes.
Guatuso es el que menos profesionales tuvo en ese periodo, con apenas 3 por cada 1.000 residentes.
El segundo lugar fue para León Cortés (6 por cada 1.000), seguido por Matina (7), Talamanca (7), Alvarado (8), Alajuelita (8), Sarapiquí (9), Los Chiles (9), Parrita (9), Garabito (11) y Guácimo (11).
Entre tanto, el municipio con mayor tasa de graduación universitaria es Montes de Oca (76 por cada 1.000 residentes), al que le siguen Barva (68), Heredia (68), San Pablo (64) y Belén (61).
¿Por qué? Luis Guillermo Carpio Malavassi, rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), cree que los apuros económicos que tienen los residentes de algunos cantones, les hacen desistir de la idea de estudiar.
Por eso, según agregó, las universidades públicas deben trabajar en más becas para esta población.
“Hay que hacer un plan integral para atender a esta gente. Pensamos en dar cursos de nivelación, y lo queremos intensificar en zonas rurales, pero tenemos que coordinar más todas las instancias de educación primaria y secundaria”, sostuvo Carpio.
Por su parte, el alcalde de Guatuso, Abelino Torres Reyes, reconoció las dificultades que deben sortear los jóvenes de la zona.
Como muchos son pobres, no tienen dinero para trasladarse a la universidad más cercana, que está a 90 minutos, en San Carlos.
Mucho menos pueden alquilar un apartamento en San José e inscribirse en alguna de las carreras universitarias.
“Casi siempre se dedican a ayudarle al papá en actividades agrícolas o ayudar en negocios comerciales”, resaltó Torres.
Esto lo confirmó Francisca Acevedo, orientadora del Liceo Katira, donde estudian 300 jóvenes, quien también dijo que en esa zona hay mucha desintegración familiar, lo cual repercute en los alumnos.
“Si el estudiante no ganó el examen de la universidad pública, se siente frustrado. La mayoría solo podría estudiar ahí porque le dan beca, y no pueden pagar una privada”, afirmó Acevedo.
Quizás a muchos de los jóvenes graduados de colegios ubicados en cantones más retirados y pobres, les es más difícil aprobar un examen de admisión universitario.
La educación que reciben podría ser distinta a la que tienen muchachos del centro del país, opina José Solano, investigador y profesor en el Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (UNA).
“En estas regiones hay que considerar que en algunos casos estudian en telesecundarias. Son estudiantes que tienen que trasladarse largas distancias”, comentó.
Entre tanto, Ilse Gutiérrez, quien dirigió la investigación, reveló que los cantones con pocos graduados universitarios también son los de menor desarrollo humano, como, por ejemplo, Alajuelita .
“Montes de Oca sale de primero en desarrollo y también es el de más (habitantes) graduados universitarios. Ahí, el clima es más académico (es sede de varias universidades públicas y privadas) y se nota en los hábitos de la gente”, comentó la investigadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario