Depresión y ansiedad también están en oficinas costarricenses
Desmotivación, ira, falta de apetito y de energía son algunas señales de alerta
CCSS tramitó el año pasado 40.779 incapacidades por trastornos del humor
Alberto Barrantes C.Colaborador12:00 a.m.12/03/2012
Su trabajo no es lo que esperaba. El ambiente es hostil y se siente abrumado. Es apenas marzo y su situación económica no va bien. Desearía desaparecer las deudas y las preocupaciones. Percibe que nadie lo valora, no aguanta el estrés, quiere llorar y un grito interno le dice: ¡voy a estallar!
¡Alto! Hay muchas posibles explicaciones para ese malestar, pero quizá usted está deprimido.
Se conoce como depresión un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por un estado de abatimiento e infelicidad. Este puede ser transitorio o permanente, mas sin duda requiere de ayuda para sobrellevarse.
Las razones que causan este padecimiento varían de un paciente a otro. Por ejemplo, algunos se deprimen porque sienten que se estancaron en un puesto en la empresa o quizás porque hubieran querido dedicar su vida a algo muy distinto: otro país u otra profesión. Otros encuentran frustración en su salario, en su propio desempeño o en las malas relaciones con sus colegas de la oficina.
Lo cierto es que los trastornos del humor afectan a millones de personas en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión ya es la cuarta causa de incapacidades en el mundo y se cree que para el 2020 será la segunda.
Las cifras indican que las personas en edad productiva (los que trabajan) son los más afectados.
¿Por qué? Un estudio realizado en Inglaterra con 2.123 empleados públicos y publicado en la revista Plos One buscó respuestas.
Según detectó la investigación, el exceso de horas laborales, –en especial si es frente a una computadora– pareciera ser uno de los factores que aumentan el riesgo de padecer depresión y ansiedad.
El análisis halló que los trabajadores con turnos de 11 o más horas al día multiplicaban por 2,3 o 2,5 su riesgo de padecer una depresión clínica, con respecto a los que tienen una jornada de 7 a 8 horas.
“Las horas extra nos mantienen expuestos al estrés, al sedentarismo y a la comida chatarra, y nos dejan mucho menos tiempo para hacer ejercicio y descansar. Esto simplemente daña la salud”, dijo la autora Marianna Virtanen, del Colegio Universitario de Londres.
“Actualmente hay sobreexigencia de horarios laborales. El sistema del cuerpo se ve bombardeado por todas partes y esto aumenta los niveles de la hormona cortisol que se generan cuando hay estrés y padecimientos físicos”, afirmó Amaryllis Quirós, psicóloga costarricense.
Además, cuando se trabaja en exceso, el individuo puede presentar dificultades para desconectarse de sus responsabilidades y que la familia pelee por ello. También hay otros factores que influyen en el desarrollo de una depresión, como el consumo de alcohol o drogas.
Situación nacional. En Costa Rica, no hay estudios que señalen cuántos ticos padecen depresión. Sin embargo, como información de referencia vale destacar que solo durante el 2011 la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) emitió 40.779 boletas de incapacidad por trastornos del humor, entre los cuales la depresión figura como uno de los principales.
Esta es la segunda causa de incapacidad en Costa Rica y la situación le cuesta al país unos ¢3.800 millones cada año.
Para el psiquiatra nacional Javier Contreras, es vital conocer cuántas personas tienen este tipo de trastornos en el país, para así atenderlas mejor. “Aún no se puede precisar el perfil clínico de las personas con depresión, ni conocer los rangos de edad ni los grupos de mayor riesgos en Costa Rica”, añadió.
¿Qué hacer? Si sospecha que usted podría estar deprimido, reaccione de inmediato y busque ayuda de un especialista. “La depresión implica deterioro físico, mental y emocional. Por eso, el silencio nunca debe ser una opción”, dijo Quirós.
Además, no se automedique. Esta práctica podría generar alteraciones en el sistema nervioso y en el endrocrino (hormonal).
Ambos expertos coincidieron en que lo fundamental es ayudar al paciente a reconocer el reto y a fortalecer los recursos emocionales, la autoestima, el autoconcepto y las redes de apoyo.
También sugirieron mejorar los hábitos de vida: comer balanceadamente, dormir suficiente y hacer algún tipo de ejercicio periódicamente para elevar el nivel de endorfinas en el cuerpo.
Además, se recomienda acomodar escritorios y deshacerse de los excesos de papeles y correos electrónicos, así como aprender a ordenarse para priorizar cuáles son las tareas urgentes de cada día, las importantes y lo que es accesorio.
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